viernes, 10 de febrero de 2012

A PRIMERA VISTA

INICIANDO LA AVENTURA
A primera vista, me sorprendió la belleza del lugar, siempre imaginé que La Casa de las Ciencias de Oaxaca sería una especie de museo de las ciencias y laboratorio, sin embargo me encontré con construcciones de dos aguas y tejas que eran muy acogedores, un patio de tamaño regular en el que se encontraban sembradas una cierta cantidad de orquídeas, helechos, plantas de sombra, algunas especias y cactáceas pequeñas, cobijadas por la sombra de aguacatales y de un nogal, mas allá se observaba uno cerco vivo de bambú y dos o tres buganvillas, partes del suelo estaban cubiertas por una capa de alrededor de 15cm de Yocuela, una cama mullida de hojas servía de abrigo y sustento al suelo, fue allí,  dónde se propuso crear un Jardín que no solo tuviera la finalidad de otros jardines de casa, sino que además, tuviera un carácter científico y educativo.
MANOS A LA OBRA
La tarea no era fácil, para llegar a la creación del jardín actual, se pasó primero por la concepción de Jardín Etnobotánico, así que se buscó la ayuda de los expertos. En un taller previo, nos corrigieron en la idea inicial, puesto que para tener realmente un Jardín Etnobotánico existen muchos requerimientos, tanto de espacio, como de conocimientos, materiales y relaciones con otras instituciones, sin embargo, nos apoyaron mucho en la idea de crear un Jardín Educativo, este tendría características que compartiría con un jardín etnobotánico o botánico, por ejemplo, en el caso de la identificación de las plantas que lo conforman, se tomaría a demás en cuenta la región en la que se establecería y con ello se plantarían especies vegetales apropiadas al lugar, tomando como referncia las condiciones del suelo, agua, exposición a la luz, espacio y cuidados.
Haciendo una solicitud al Jardín Etnobotánico de Oaxaca (JEO) obtuvimos nuestras primeras plantas representativas del Valle de Oaxaca, Maguey, Ombligo de Reyna, Consuelda, Candelilla, Tronadora y Copales se plantaron en el jardín pasando a formar parte de nuestra colección, conviviendo con las plantas ya existentes en el lugar.
TRAZANDO CAMINOS
Una vez que dispusimos las plantas en el jardín, con la ayuda del personal de apoyo se diseñaron los caminos que serpean entre las plantas con material plástico y grava blanca, esto con la finalidad de permitir el paso libre de los transeúntes al momento de las visitas, el blanco de la grava resalta el paisaje y permite apreciar mejor el color, la forma y la disposición de los organismos, sobre todo las suculentas, que a la entrada del jardín se encuentran colocadas sobre trazos de formas geométricas.
En el caso de los ejemplares de lugares húmedos como las orquídeas, se dispuso que colgaran graciosamente de las ramas de los árboles colocadas en cajas de madera de pino y sustrato de viruta, lo que permite que permee el agua y las raíces puedan fijarse al soporte, éstas además, tienen la función de absorción y almacenamiento y, más aún, muchas especies poseen clorofila, atendiendo así a la función de asimilación.
 Las plantas medicinales y especias por su parte, crecen en un área con exposición a la luz solar, con su jardinera a manera de cono de helado, nos recuerda la importancia que tienen en la herbolaria de los pueblos originarios y es aquí, con la charla amena se lleva a cabo el intercambio de saberes y experiencias, los visitantes del Jardín Educativo proporcionan información relevante entre ellos y nos hacen partícipes de la misma.

INFORMACIÓN NECESARIA
Crear un jardín puede parecer fácil, sobre todo si se piensa que es solamente para dar belleza y solaz a una casa, sin embargo, hasta en la creación de este y su cuidado continuo implican una serie de etapas y conocimientos previos, indispensable es  en todo momento, investigar a cerca de los organismos que deseamos plantar o trasplantar en el lugar, sus cuidados, plagas y enfermedades y por ende la mejor manera de tratarlos, sobre todo si se trata de importantes colecciones que tienen una finalidad científica, educativa y de conservación, para ello  será necesario contar con bibliografía básica y si el caso lo permite, personal especializado para tales fines.
No debemos olvidar que las plantas son seres vivos que sienten y requieren atención,  al cobijo de ellos podremos disfrutar de su belleza y desentrañar los secretos que guardan celosamente en su clorofila, savia, esencias y colores o bien en la sola poesía de verlas florecer y perfumarnos día a día.

Fabiola E. López L.

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